agosto 27, 2008

guayaquil...

Esta ciudad salobre y dulce, morena y curtida, donde la risa y el llanto se hermanan me atrapa, la conozco, sè de su pulso, he visto todas sus caras, la altiva de muchacha coqueta y la oscura de coqueta muchacha.
Siempre me ha gustado los paseos dominicales, manejar por mi ruta de urdesa, los rìos, nueve de octubre, chile, el centenario, eloy alfaro, malecòn, el cementerio, y rumbo a casa, siento que los domingos guayaquil està lista a ser tomada, indefensa, serena, calmada, pero la recuerdo de otras formas, la ciudad del suburbio de soles inclementes, de indor y bielas,la recuerdo como la del sur interminable, de cangrejos y rìa, recuerdo la del norte deslumbrante, la de los cerros perdidos, donde conviven el ladròn y el paco, guayaquil que ahoga y desespera, guayaquil que tranquiliza y refresca.
Su centro, hervidero de chinos, negros y mestizos, todos caminamos juntos, respirando un aire de buses y sobacos, de gritos y tetas, guayaquil, bar, prostìbulo e iglesia, todo cerca, pecar y rezar, prefiero pecar.
Malecòn miamitizado, me gustabas màs sucio y sin plantas, con olor a mariguana y sexo, el progreos llega....Guayaquil, cacao, menestra y trago, puñal y abrazo, me gustas guayaquil!!!